El sastre toma sus medidas y confecciona una primera aproximación que seguramente tenga que ajustar. Es lo mismo que pasa con el dibujo: hay que hacer mucho trabajo de aproximación hasta llegar al resultado final.
En el dibujo, como en prácticamente todos los aspectos de la vida, las cosas no salen a la primera. Dibujar es un proceso largo; un trabajo de aproximación con el que línea a línea, trazo a trazo y error a error, se acaba consiguiendo el objetivo que nos habíamos propuesto.