Desarrolla tu Autocrítica
La autocrítica es quizás la habilidad más útil que uno desarrolla cuando se está formando. El objetivo principal de una buena formación es ayudar a los estudiantes a ser autosuficientes en su conocimiento y capaces de lograr su potencial como artistas.
En mi experiencia, el dominio del dibujo es absolutamente el factor más importante y el primer paso hacia el desarrollando de la claridad visual que le permite criticar su propio trabajo.
Aprende a ver el todo

Todos los elementos de una obra deben funcionar en armonía para apoyar la totalidad.
Usa tu espejo. Esto ayuda a proporcionar una separación mental con la pieza que aporta claridad. Aprendes a verlo tal y como es, y no como era: separate de los pequeños pasos que hicieron tu trabajo mejor para ver si todavía está completamente resuelto. La autocrítica es difícil porque vemos todo lo que hemos trabajado y conseguido. Cuando hacemos un cambio o una corrección, es fácil convencernos de que es correcto,
o que está completamente resuelto, porque vemos cuán mejor se ve que en etapas anteriores. Es necesario cegarse a sí mismo y no ver hasta qué punto se ve mejor sino verlo como si nunca antes lo hubieras mirado e intentar averiguar si está completamente resuelto o si aún necesita algún ajuste.

Comprende el tema
Un buen dibujo es producto de una buena comprensión: es fácil ver en una pintura final cómo de bien el artista entendió el tema.
No puedes definir algo que no entiendes. En las etapas iniciales de un dibujo o una pintura, es importante concentrarse en las formas plana y abstracta de un sujeto, o en cómo se ven las formas, los ritmos y las proporciones.
Una transición importante en nuestro pensamiento nos lleva a por qué las formas se ven como lo hacen. Este «por qué» nos ayuda a llegar a un
explicación y entendimiento total del tema.

Sin errores
Nunca a sabiendas deja nada mal en el lienzo. Tómate un descanso y descansa los ojos, y después de un descanso, no vuelvas y retomes donde lo dejaste. Mira lo peor de la pintura, y ataca eso. Esto te obliga a evaluar la totalidad de la pintura y buscar las áreas que afectan negativamente la impresión visual de la pintura.
Un segundo par de ojos
La autocrítica solo te llevará hasta la mitad del camino. Siempre pregúntale a alguien cuya opinión respetes. No supongas que puedes hacerlo por ti mismo. Pintar es bastante difícil y tu pintura merece todas las oportunidades para ser tan brillante como sea posible. La grandeza nunca se consigue en solitario.
Muchas gracias por tu aportación. Feliz semana.