Incluso cuando dibujas a partir de la observación, siempre hay un momento en el que apartas la vista del sujeto para dejar una marca en el papel. En ese momento no dibujas lo que ves, dibujas lo que recuerdas.
Lo creamos o no, al final nuestros dibujos son dibujos de memoria. Da igual que estés copiando un original, al final dibujas lo que recuerdas cuando haces un trazo en tu trabajo.